jueves, febrero 23, 2006

Memoria histórica

Sólo tengo memoria de lo vivido ¿Lo demás? Hechos acopiados, mesados, repensados. ¿Mi memoria? Recuerdo haber leído, escuchado, visto; no recuerdo haber combatido en batalla alguna; no era rojo, no azul, no, no estuve en allí, no lo recuerdo.

Tratan ahora de imponer una visión –la Visión–; otra vez la única, exclusiva y verdadera. Cuanto se parecen, dogmáticamente, la religión y las izquierdas radicales; cuanto en moralidad.

Gracias por decirme lo que he de pensar, gracias por facilitar esta mísera vida de búsqueda; ahora, por ley, sabré lo que me conviene decir.

¿Un juicio? Sí, no nos gustan tus ideas. El combate no se dirimirá en cátedras, no en tertulia.

Ante pensamiento disidente cárcel.

Ante combate de ideas cárcel.

Ante hechos memoria institucionalizada.

Buena forma de dar la razón a Huntington, he aquí la historia muerta, he aquí el trofeo: su memoria –la tuya, la mía–.

Idiotas, no podéis encarcelar el pensamiento.

4 comentarios:

Dim dijo...

Esta si que es buena, me la apunto.

Esther dijo...

el pensamiento es lo único que nos pertenece sólo y exclusivamente a nosostros mismos. Y menos mal que eso es así....

Angel Martín Fernández dijo...

Y tanto que me hubiera gustado!; pero... no nos es dado elegir eso (de momento), ¿Algún científico en la sala? ¿Alguna máquina del tiempo? ¿Agujero de gusano? ¿Nada? Me quedaré con los libros, imaginación y pensamiento.

Angel Martín Fernández dijo...

Anoche pensaba en lo que he escrito más arriba y, puede que no, puede que vivamos en la mejor época de historia, no lo se, me hubiera gustado poder conocer otras cosas.