lunes, enero 02, 2006

Pax Romana

El papa cristiano Ratzinger, en su mensaje de año nuevo, arremetía contra las amenazas a la paz, según él: terrorismo, nihilismo y fundamentalismo fanático. Erigiendo a la Iglesia Cristiana en defensora–e impulsora–de la paz. “La humanidad no logrará construir un mundo realmente más humano para todos los hombres y en toda la tierra, si los hombres no se vuelven, todos con ánimo renovado, a la verdad de la paz” decía Ratzinger, representante de una divinidad suprahumana.

En el hipotético caso de su existencia, Cristo habría sido un revolucionario nihilista al que no importa su vida. A la manera de los actuales terroristas se enfrenta a las fuerzas del orden romanas, arremete a latigazos contra mercaderes, "destruye" edificios para después reconstruirlos a su modo. En su fanatismo acusa a los judíos de ser hijos del diablo, sólo él–que en su locura se considera hijo de un ser sobrenatural (¿un extraterrestre?)–determina lo que es justo, lo que está bien, la posesión de la única Verdad. Un fanático terrorista nihilista sirve de coartada al extinto Imperio Romano para prorrogar indefinidamente su hegemonía reencarnado en Iglesia Católica. Un fanático fundamentalista poseedor de la única Verdad excluyente es el nuevo defensor de la paz, de la suya y la de su dios.

1 comentario:

Sota dijo...

Amén.