martes, noviembre 20, 2007

Fat Man

Nagasaki, Japón. Sábado, 8 de septiembre, 1945. 03:00 Horas

“El dentista norteamericano, el capitán John Farley de Raton, Nuevo México, fue uno de los cinco prisioneros norteamericanos de aquí que vio la bomba atómica, y su observación del acontecimiento fue más completa que la de cualquiera de los demás.

Moderado y tranquilo durante su narración, Farley dijo: «Estaba mirando hacia arriba, desde el puerto, en dirección a las fábricas de Mitsubishi, a ocho kilómetros de aquí, cuando vi un fogonazo terrible. Era blanco y deslumbrante, muy parecido al flash de un fotógrafo. El centro estaba suspendido a unos 450 metros del suelo, y proyectaba luz hacia arriba y hacia abajo, un poco como la aurora boreal. La luz parpadeaba y se prolongó durante unos treinta segundos. Me di cuenta inmediatamente de que aquello era algo especial y me eché al suelo. El edificio empezó a vibrar y temblar. A mi alrededor, los cristales se hicieron añicos: aproximadamente una tercera parte de las ventanas del campo se rompieron. Cuando pasó la explosión, vi una gran nube blanca en forma de cúmulo que parecía una columna, de unos 1.200 ó 1.500 metros de altura. Su interior era de color marrón y se revolvía por todas partes».

WELLER, George. Nagasaki: Las crónicas destruidas por MacArthur. Crítica, 2007

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