A veces hay que estar ebrio para ver la realidad escondida de las cosas, para encontrar su lado amable, o esa lucecita que se insinúa al final del túnel.. Una vez escribí, hace mucho tiempo(que,por cierto,fue después de haber leído a Kavafis, muy influída por él, supongo):
"No vuelvas a nombrarme si me fui sin tomar tu vino: sólo los que apuran la copa del placer merecen ser absueltos del olvido".
Maldita sea, y yo abstemia¡ :(
Un abrazo lleno de luz para los momentos sobrios (aunque sea amarga).
4 comentarios:
Indistíntamente, cuando es necesario :)
A veces hay que estar ebrio para ver la realidad escondida de las cosas, para encontrar su lado amable, o esa lucecita que se insinúa al final del túnel..
Una vez escribí, hace mucho tiempo(que,por cierto,fue después de haber leído a Kavafis, muy influída por él, supongo):
"No vuelvas a nombrarme
si me fui sin tomar tu vino:
sólo los que apuran la copa
del placer
merecen ser absueltos del olvido".
Maldita sea, y yo abstemia¡ :(
Un abrazo lleno de luz para los momentos sobrios (aunque sea amarga).
Gracias nuevamente.
Eva.
pues esa luz es la señal que hay que seguir.
Lo intentaré esther.
Gracias a tí Luz, bonitas palabras. La abstemia es una enfermedad que se cura bebiendo...
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