viernes, septiembre 11, 2009

Redes sociales: Entre negocios y venganzas sentimentales

“Una forma segura de utilizar la Red es asumiendo que todo lo que publiquemos, tarde o temprano, se hará público”, esta afirmación que realiza Joseph Bonneau, investigador especialista en redes sociales de la Universidad de Cambridge, debería ser tenida muy en cuenta por todos los usuarios de estas nuevas herramientas que nos ofrecen distintas empresas. En España las que cuentan con más éxito son Facebook, My Space y Tuenti. Según el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, en 2008, las redes sociales acaparaban a ocho millones de personas. No debemos olvidar que dichas redes se nutren de los datos que, normalmente de manera un tanto inconsciente, se incluyen en ellas, datos que utilizan para crear perfiles publicitarios de cada usuario, es decir, las redes lo que buscan es el beneficio económico mediante la actuación de empresas de comunicación asociadas que se benefician de la cantidad de información que vierten en ellas los mismos a los que dirigirán sus campañas de mercadotecnia, creando comunidades basadas en productos que facilitarán la relación con los clientes de la empresa que lo solicite; no es este el único mal al que se ven sometidos sus usuarios, últimamente está en auge la suplantación de identidad en la Red.


La principal motivación que lleva a una persona a suplantar la identidad de otra en la Red es, según Juan Matos, responsable de peritaje informático de Recovery Labs, “la venganza emocional”. De esta manera, se han popularizado tanto las usurpaciones de identidad como el acceso a la información confidencial de terceras personas. Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, destaca que este tipo de conducta se da “entre personas del mismo entorno” siendo “el objetivo hacer una gracia o una burla” también resalta que “hay muchos novios o novias despechados que quieren poner a su ex pareja en situaciones violentas o incómodas”. Hay que recordar que la usurpación de identidad es un delito, también en la Red, que puede conllevar penas de prisión de entre seis meses y tres años (artículo 401 del Código Penal)


Las empresas que ofrecen este tipo de servicios deberían ser las primeras en proteger a sus usuarios, pero ninguna de ellas los protege completamente. En palabras de Bonneau: “para la red social, tú tienes más valor cuanta más información compartas en el sitio”, cuantos más datos se incluyan mejor podrán dirigir la publicidad, siendo “la mejor forma de conseguirlo alejar la atención del concepto de privacidad”. Esto crea una dualidad: por una parte nos ofrecen privacidad y por otra complican tanto su uso que se hace casi imposible por un usuario medio el control de su información. Otro problema con el que se enfrentan los usuarios es la incomunicación con las empresas, casi todas tienen su sede social en Estados Unidos y no cuentan con representantes en España. Ni la web de Facebook ni la de My Space publican un número de teléfono al que dirigirse.


Algunas anécdotas


México, cada vez son más los secuestradores que utilizan las redes sociales para investigar a sus posibles víctimas, averiguando sus direcciones, amistades y estatus económico.


Australia, un tribunal ha considerado válida la comunicación vía Facebook de un proceso judicial por impago de hipoteca de una pareja de acusados ilocalizable en su domicilio.


Marruecos, condenado a tres años de prisión un joven por suplantar la identidad del principe Moulay Rachid en Facebook.


Estados Unidos, los marines ya no pueden utilizar redes sociales, el Pentágono las considera una amenaza para la seguridad nacional.


España, dos menores de edad granadinas roban la cuenta de correo electrónico de una tercera para insultar y ofrecer favores sexuales, están imputadas por delito contra la intimidad. Otra mujer, ésta de Pamplona, es detenida por entrar en la cuenta de correo de su ex novio.


Empresas, según la Agencia Española de Protección de Datos cada vez son más los responsables de personal los que investigan en las redes sociales los perfiles de los candidatos a un puesto de trabajo.


Por último, un consejo que nos deja Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas: “las claves son muy personales, hay gente que las comparte con otros por una cuestión de confianza, pero la confianza a veces no dura toda una vida”.


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