jueves, mayo 10, 2007

Fiel relato de frontera

Con sólo alargar las manos podría tocarte. Pecho contra respaldo mientras dedos acarician senos.

Sorprendida intentas volver la cabeza, el asiento y mi abrazo lo impiden. Yo sigo acariciando pezones, vientre.

Meso unos cabellos que sobresalen de bragas que arranco uno, dos, huelo y llevo a mi boca.

Acomodada reculas: reflejo movimiento buscando donde clavarte. Sólo blanda gomoespuma.

Intuyo ojos cerrados cuando abres las piernas masturbo, hasta que un gemido ahogado y el luminoso anuncian la parada.

Sumida reclinas la cabeza, esperando, hacia delante. Pero las manos retroceden.

Silencioso me levanto y bajo del vagón por la puerta de tu espalda. Te levantas y giras, pero ya es tarde. Nadie.

Dormida hasta tu destino. Verás mi cara pero, despierta, no la recordarás.

Cuando llegas a casa sonrío, sonríes. Agarras mis manos, las llevas a la boca y chupas unos dedos que aún saben a ti.

5 comentarios:

Esther dijo...

Me gusta mucho el final. Lo que más.

Angel Martín Fernández dijo...

Sí, es donde tiene el puntillo...

Anónimo dijo...

Pica pero no me gustaria ser ella

Anónimo dijo...

Porque hay quien se esconde detras de una imagen en internet?
Acaso no son ellos mismos
Acaso se estan creando un personaje..
Dar la cara y ser valientes

Angel Martín Fernández dijo...

Ahí tienes mi nombre y mi cara, un poco más arriba; no tengo ninguna necesidad de esconder nada. En cambio tu sí escondes Sr. Anónimo, te escondes y maltratas el castellano: "dad la cara".