miércoles, marzo 01, 2006

Cambalache

Réquiem de bandoneón
Cambalache
lágrimas de tequila y
ojos tatuados en la nuca

compás de espinas y humo
y sol de café en las trincheras
y milongas y risas
conservadas

en los cactus

5 comentarios:

Angel Martín Fernández dijo...

Nota: El Cambalache es mi refugio exterior, un gran lugar, mucho más que un simple bar.

Esther dijo...

nada chico,... que este no le cojo...

¡ay, que dificilito que eres!

un beso.

Angel Martín Fernández dijo...

Es un "homenaje" al bar en el que me paso la vida viendo la vida pasar.
Si vienes a Salamanca visita inexcusable al Cambalache, así, seguramente entiendas...

Angel Martín Fernández dijo...

je, je, je...

Dim dijo...

Bar Cambalache, siempre en el recuerdo. Voy a pedir permiso para abrir una sucursal en Madrid. Es que se echa tantísimo de menos...